Hacer jarabe para la tos con agujas de pino es muy fácil y esencialmente no requiere más trabajo que hacer un té de pino muy fuerte y luego mezclarlo con miel local cruda de buena calidad.
1 taza (0,24 l) de agujas de pino verde frescas picadas
1¼ taza de agua filtrada o de manantial
½ taza de miel cruda, al gusto
Reúna una rama de pino fresca, sacúdala para deshacerse de cualquier insecto y retire las agujas de la rama. Si está trabajando con agujas largas, como las de un pino blanco oriental (mi variedad preferida debido a su abundancia donde vivo), córtelas en trozos de media pulgada a una pulgada. No hay necesidad de cortar agujas de coníferas más pequeñas.
Me gusta sacar las agujas de la ramita hasta que tengo un pequeño bulto en la mano. Sostengo el bulto por la parte inferior, donde hay una pequeña vaina marrón que cubre los extremos. Esta vaina es donde se unieron las agujas a la ramita. No quiero incluir esta funda de papel en mi jarabe, así que cuando corto mis agujas, descarto los extremos. Descubrí que la forma más fácil de cortar las agujas es usar unas tijeras limpias y afiladas.
Luego, coloca 1 taza (0,24 l) de las agujas de pino picadas en una olla pequeña y cúbrelas con 1 ¼ de taza de agua hirviendo. Tapa tu olla y retírala del fuego. Nunca querrá hervir su té de agujas de pino ya que esto tiende a descomponer la vitamina C.
Permita que sus agujas de pino se empapen en el agua caliente hasta que se enfríe a temperatura ambiente. Cuele las agujas con una gasa o un colador de malla fina y mezcle el líquido restante con la ½ taza de miel. Descubrirá que su jarabe de agujas de pino tiene un sabor agradable, cítrico y amaderado, y huele absolutamente maravilloso.
Me gusta agregar jarabe de pino a las mezclas de mis hierbas respiratorias favoritas: gordolobo, llantén, vara de oro y violeta. La miel en el almíbar actúa como conservante natural y mantiene el almíbar fresco hasta por un mes en el refrigerador.